domingo, 9 de septiembre de 2012

Panadol educativo: Ley Reforma Magisterial

El hecho de dar un calmante para el problema del magisterio, no significa que este se haya subsanado. Lo jodido de las leyes es la interpretación, esto se puede entender, pero algo que sí es de "Marca Perú", es tener tres leyes compitiendo entre sí para regular la actividad docente: 1. Ley del profesorado (LP) 2. Ley de la carrera publica magisterial (LCPM) y, la ultima, 3. Ley de reforma magisterial (LRM) que días antes se llamaba "Ley del desarrollo docente (LDD). Una total confusión. Si a esto le sumamos un SUTEP dividido, debido a intereses de partidos políticos, es obvio que ya tenemos los ingredientes necesarios para una batalla todos contra todos, tal como ha sucedido en estos días. Lo positivo de esta situación es que ya podemos conocer a que intereses y partidos, realmente, representan esos pendejos "dirigentes" que, como siempre, se aprovechan de cualquier coyuntura para querer adherir gente a su ideología, olvidándose de lo principal: solucionar los problemas.

Este proyecto (LRM) ha tratado de solucionar problemas que la anterior LCPM había dejado pendientes. Primero, la derogación de la antigua LP. Segundo, la recomposición del magisterio entre los que están en la carrera y los que están fuera de la carrera, lo que generaba una tensión permanente entre ellos y el congelamiento del sueldo de la mayoría, porque los que recibían aumento eran 25 mil y los que no recibieron aumento (por 6 años) fueron 225 mil. Aun si todos se hubiesen querido presentara la LCPM, no podían porque solo había cupo para 25 mil al año. Esto era una invitación a un malestar continuo, una frustración del magisterio que se expresó en la campaña electoral y, por lo cual, Ollanta ofreció mejorías en ese sector. Esta tensión entre maestros no es saludable políticamente, porque es tener 225 mil profesores frustrados al servicio de cualquier "radical" que quiera tomar algunas banderas y tenerlos detrás.

Es cierto que muchos de estos profesores (con sueldos congelados) no querían entrar a la LCPM ya que, al principio, no había cupos para todos y, también, porque pensaban que con este gobierno la ley se iba a cambiar. Pero no se puede mantener por 8 o 9 años una fisura de esa proporción entre los propios maestros. Ahora, en esta nueva ley, tenemos un solo régimen laboral y un solo régimen salarial, reunificando a los maestros. Así, se resuelve el problema de las reivindicaciones básicas, jodes a los radicales del Conare, quienes ya no tienen ese caldo de cultivo y serán mucho más visibles los dirigentes que solo están ahí, no para luchar por las necesidades del magisterio, sino para querer jalarte a su partido. Por otro lado, se lleva a todos los maestros a una política de evaluación continua (cada 3 años) para los ascensos.

Aunque el ministerio no cuenta con la capacidad para gestionar todos los mecanismos que trae consigo esta nueva ley (evaluación a 100 mil maestros, más gente en la administración, etc) es saludable el planteamiento de una dirección a su intención política como un primer paso; luego, tiene que venir la discusión del reglamento y ahí hay muchas cosas que corregir. Tener 8 niveles es complejísimo y no ha sido una buena idea mantener la palabra "nivel" porque en la LP habían 5 niveles y cuando entran a la LCPM, ya los estas bajando de nivel porque entran al 1ro. Ahora, con esta nueva ley, el que estaba en el 5to nivel de la LP bajaría al 2do nivel de la nueva LRM como señalan los dirigentes del SUTEP; aunque legalmente esto no les afectará, porque no se reducen sus características laborales ni sus sueldos, emocionalmente sí.

No nos olvidemos que estos maestros reciben menosprecios de todos los sectores, tanto en su prestigio como imagen y lo que obtienen, lo van logrando poco a poco con un diploma, un titulo o con el reconocimiento de pertenecer al 5to nivel; pero viene una nueva ley y le dice que ahora va a estar en el 2do. En vez de mantener la palabra "nivel" se le hubiera llamado categoría o cualquier otro sinónimo, que no implique que los profesores sientan que les están bajando. Recordemos ¿Porqué han jodido tanto los apristas en el congreso? Por el nombre. Ellos querían que se llame carrera publica magisterial; así como los profesores quieren que se llame 5to nivel y es que el nombre tiene un peso emocional.

El ministerio plantea que para que un profesor entre a un colegio, habrá una evaluación del ministerio (conocimientos) y luego una evaluación de la institución educativa, ambos puntajes se suman y, así, se establece el ranking de méritos. Esto podría originar que un colegio prefiera a un profesor pero, por la suma de puntos, salga por debajo de otro profesor que la institución no quiere. Se puede subsanar esto si es que la primera prueba del ministerio fuese como un brevete (mostraría quienes están aptos) y luego, entre los aptos, la institución educativa escoge al que le parezca mejor profesional, así habría respeto por la autonomía de las escuelas y de los directores.

Respecto a la evaluación de los postulantes para entrar como contratados o nombrados, este pasa por un comité formado por: un director, un coordinador, un padre de familia y un maestro. Ahí viene la propuesta de que haya alguien del SUTEP, porque generalmente los maestros que se hacen nombrar para estas cosas tienen la habilidad política o la presión de ser sindicalista. Pero, al preguntarnos ¿Quienes son los responsables de la educación de los niños? Tenemos al Estado, por obligación, y a los padres, apoderados de sus hijos que van a recibir el servicio educativo. Los profesores son los profesionales contratados para enseñar, que si bien son la mayoría, no son los únicos porque, también, hay auxiliares, psicólogos, bibliotecarios, enfermeros, etc. Todos son profesionales que se contratan al servicio de los funcionarios del Estado y de los padres, entonces ¿Qué tienen que hacer los representantes de los maestros en las evaluaciones? Nada. Hay que dejar que los que se juegan el partido (Estado responsable del servicio y los padres responsables de los niños) lo hagan de verdad; democratizando, así, la responsabilidad educativa a la sociedad en conjunto.

También, el hecho que se evalué cada tres años no seria un problema si el profesor es bueno (no tienes que estar encima de él todo el tiempo) a pesar de que un buen director evalúa siempre. Pero, formalmente un Estado que tiene que evaluar 300 mil maestros se debe tomar los plazos necesarios. En la LP y LCPM, el profesor que sale desaprobado (sigue siendo profesor) le dan un año para que se recicle y apruebe. Si vuelve a desaprobar, le dan otro año para lo mismo y solo a la tercera se tiene que retirar. Pero si un profesor es evaluado en matemática y resulta que no sabe matemática ¿Qué sentido tiene que se quede dos años más en clase, hasta que demuestre que ya sabe? No seria mejor tener una escala de evaluación donde el muy bueno, el bueno y el regular puedan continuar en el aula; pero el que sale mal o muy mal no debería seguir en clases por protección a los alumnos y a al mismo prestigio del docente. Se le daría un año para estudiar y capacitarse, no se le despide pero, tampoco, se le da aula porque hay que garantizar la enseñanza del curso. Este error ha heredado la nueva LRM y tiene que corregirse si es que tenemos como prioridad al alumno y no al profesor incompetente.

Respecto al futuro aumento, dice que los que estan en el actual nivel 2 y 3 de la LCPM van al 1ro de la LRM y los que estan en el nivel 4 y 5 van al 2do de esta última LRM. Como el sueldo mínimo de la LCPM es 1200 aproximadamente, en esta nueva ley se dice que los profesores percibirán un incremento mensual no menor al 8% de su remuneración mensual (más o menos 100 soles). Este es el nivel de aumento fijo que van a tener, sin tomar en cuenta los demás aumentos por otras consideraciones. Lo que no se entiende es que se va a dar en dos tramos: uno al entrar la ley en vigencia y la otra en Enero del 2014. Entonces ¿Esos 100 soles lo van a desdoblar? ¿Esos 100 soles van integros y luego, en Enero, habría más aumento? Esto el ministerio lo tiene que especificar bien y, por si acaso, no se menciona disminución del sueldo.

El problema de los contratados, que trabajan bien en un colegio, es que no pueden quedarse más de un año porque tienen que volver a concursar el siguiente año y a exponerse a que no sean elegidos. No sería mejor que si un profesor contratado que trabajó, se le conoció, se le evaluó y cuya labor fue aprobada por el director y los padres de familia, se le renueve el contrato por otro año. Esto muestra que hay permitir que la institución educativa tome sus iniciativas y decisiones respecto a su personal, sin necesidad que sea la UGEL quien lo haga. También implica tener una visión clara de gestión para que el colegio funcione bien; de esta manera, muchos de estos artículos de la LRM no encajarían en la visión de un colegio con más autonomía; donde el director este controlado por los padres pero, también, sea socio de ellos, para llevar a cabo mejores decisiones que garanticen el particular desarrollo de su institución educativa.

Ahora ¿Cómo se va a financiar y a operar esta nueva ley? La LCPM tenía serios problemas de financiamiento, por eso es que no podían entrar todos. Necesitaba 10 años para gastar 2 mil 800 millones, según lo previsto. En esta nueva ley ¿De dónde saldrá el dinero? Ante esto, se pretende hacer entrar a los maestros, en promedio, al 1er nivel, porque cuesta mucho menos que la LCPM (se aumentaba 400 soles por cada subida de nivel, hasta llegar a 4 mil) ya que se están haciendo incrementos iniciales más pequeños. Algunos proponen que el aumento inicial sea de 300 por profesor, esto costaría 1000 millones de soles solo el primer año e incluiría un aumento de impuestos. Una desconsideración total.

Finalmente, ¿Cómo se va a informatizar todo? Se requiere una base de datos de cada profesor, de sus especialidades, sus evaluaciones, los puntajes que definen sí suben de nivel, etc. Hay una complejidad operativa que el ministerio debe tomar en cuenta para que pueda funcionar esta ley, junto con las correcciones necesarias; sino tendremos una segunda frustración del magisterio y eso sí sería inaguantable. Y los radicales están esperando que esto suceda.

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