domingo, 26 de agosto de 2012

Contra la huelga del ¿SUTEP?

He visto, en muchas ocasiones, como en nombre de la "paz" se ha hecho la guerra; como en nombre del "bien" se permite dañar y como, "en nombre de todos", se reprime la personalidad de uno. Recuerdo a aquellos personajes que aprovechándose de sus dotes persuasivos y de la frustración por nuestras necesidades insatisfechas (amor, creencia, reconocimiento, reivindicación, dinero) nos llevan, imperceptiblemente, por el camino del interés propio, ya sea personal o partidario, o por las particulares creencias que poseen. De tal manera que al reaccionar nuestro consciente (e inconsciente) no sabemos cómo y porqué continuábamos navegando en ese barco, al cual abordamos con la convicción de encontrar soluciones a nuestros problemas y demandas; pero que, durante el camino, notamos que se estaba desviando del destino esperado.

Así percibo esta huelga de profesores. Una lucha por tener el poder sobre un sector excluido de la población; por tener el control del sindicato, por captar más adeptos a su partido, por calibrar que sector del marxismo peruano tiene mayor arraigo y proyección electoral en los años electoreros que se vienen y para saber cual de ellos podría asumir el liderato de nuestra izquierda. Mientras tanto, la solución a los problemas viene a ser lo secundario, porque lo más importante, para estos personajes es mostrarse como el más "fiero", el más "radical", el más "terco", el más "tirapiedra", el más "reclamón", el más "antisistema". Para no caer en su juego hay que recordar y deconstruir el origen de sus odios y confrontaciones; conociendo quienes, verdaderamente, se encuentran detrás de esta huelga:

Acto 1. Años 80 Patria Roja (liderada por Barrantes) se une con otros partidos socialistas para formar la Izquierda Unida y postular en las elecciones democráticas. Paralelamente, aparece Sendero Luminoso (liderada por Abimael) que propone la lucha armada del campo a la ciudad y acusa a los de Patria Roja de ser oportunistas (por postular en las elecciones) y de revisionistas, termino estúpido que se usa para aquellos que no siguen al pie de la letra lo que el "líder revolucionario" plantea o lo que el libro, dogmáticamente, dice. Ambos se disputan el control del SUTEP por considerarlo estratégico para captar adeptos a su partido. Así, empezó la bronca clásica de nuestra izquierda.

Acto 2. Años 90. Mientras Patria Roja ha conseguido tener algunos congresistas, Sendero "pierde" a su líder Abimael. Octubre del 93, Guzmán, ya preso, pide luchar por un Acuerdo de Paz y sentar las bases para un segundo congreso senderista. Afirma que la política con derramamiento de sangre ha terminado y el nuevo periodo que se abre es el de la guerra sin sangre. Afirmaba que esto era así porque había terminado la primera gran ola de la revolución mundial; por eso planteaba que se debía esperar otra gran ola de revolución para generar las condiciones necesarias para el uso de la violencia armada y que, por mientras, iban a actuar planteando un "acuerdo de paz".

Acto 3. Año 98. Muchos estaban en contra de firmar dicho Acuerdo de Paz y querían continuar la lucha armada; estos se encontraban encabezados por Feliciano y se denominaron "Proseguir". Mientras los que sí estaban conformes con firmar dicho "Acuerdo de Paz" planteaban soluciones políticas, pero no militares. Es en el año 2007 donde se plantea la propuesta de la amnistía general (tanto para senderistas y militares) y por eso aparecerá el Movadef el 2009. Su práctica no es poner coches bomba y matar, ellos quieren ser un partido legal, apoyar a los maestros y hacer proselitismo en las universidades. Además, dicen que fue legítimo lo que Sendero hizo y no se arrepienten de eso. De esta manera se forman los dos bandos senderistas: Los acuerdistas y los de proseguir, ambos enemigos de Patria Roja. Este último ya empezaba a expandirse y controlar la Derrama Magisterial, el Colegio de profesores ¿Cuál de todos? y el SUTEP.

Acto 4. Como el objetivo principal del Movadef es inscribirse como un partido legal, habría que suavizar la iconografía del movimiento e insertarlo en las instituciones democráticas, gremiales y académicas de manera solapada. En el 2008, Oswaldo Esquivel, actual Secretario de Prensa del Movadef, era el líder del Fresut (Frente de Reconstitución del Sutep), el verdadero frente magisterial senderista. El Fresut se introdujo en el Conare, la facción del Sutep, dirigida por Robert Huaynalaya del movimiento Pukallacta, que tenia como objetivo principal oponerse a la dirigencia de Patria Roja. Ambos (Movadef y Pukallacta) son maoístas y fueron aliados estratégicos por años, hasta que los delirios personalistas de Huaynalaya lo tornaron inmanejable. Huaynalaya dijo alguna vez: Compañeros, la línea oportunista de derecha (refiriéndose al Fresut de Sendero) quiere paralizar el Conare. ¡Rechazarlos categóricamente!

Acto 5. Al que rechazaron fue a él. Los senderistas del Fresut se deshicieron de Huaynalaya en el 2010 y pusieron al frente del Conare a Alberto Alvizuri, un profesor sin vinculación alguna con el Movadef. Acuérdense que para el Movadef sus militantes tienen que estar en la clandestinidad y no deben ocupar cargos. Así fue como el Fresut fagocitó al Conare. El próximo objetivo: que el Conare fagocite al Sutep. Pero en el camino ocurrió algo imprevisto: Alvizuri sufrió un terrible accidente y quedó con parálisis parcial. Alguien tenía que hacerse cargo, entonces se enfocaron en el Presidente del Comité de Lucha: Efraín Condori que es un cuadro más logístico que ideológico dentro del Movadef.

Acto 6. Ante esa posición de Condori, ahora la lucha es encabezada por Edi Camones. Los del Conare (Movadef) creían que, con Camones, el tema deje de ser su infiltración en esta institución. No fue así. Camones no es integrante ni simpatizante de Movadef. Ni ella ni muchos de los dirigentes ni la mayoría de los profesores del Conare. Es más, se le considera cercana al nacionalismo. Pero ella y otros 6 dirigentes firmaron un pronunciamiento de respaldo a Movadef, aunque ahora lo nieguen. Sucede, simplemente, que era un acuerdo sindical y eso revela más de la fuerza de Movadef en el Conare: pueden conseguir que incluso gente que no comparte sus ideas, los respalde públicamente. De hecho, de los 20 mil maestros en huelga muy pocos son de Movadef; pero casi todos apoyan el punto 7 de la plataforma de lucha: derogar el DS 019-2010 que impediría que maestros vinculados al terrorismo vuelvan a las aulas.

Acto 7. Una vez levantada la huelga promovida por el Conare (algo obvio debido a la ínfima cantidad de docentes que la acataron), Patria roja usando al Sutep "legalmente reconocido" convoca a una huelga a nivel nacional, mostrando la participación de una mayor cantidad de profesores. Ante esto, empiezan sus protestas hacia el Congreso y en el primer día se enfrentan, a puñetazo limpio, contra los del otro Sutep, vociferando en sus cánticos: "Ahora quienes son mayoría" en clara alusión a la huelga anterior. René Ramírez recibe amplia cobertura en los medios de comunicación, ya que muchos de ellos le exigen un mayor control sobre los radicales de su gremio. Así vive esta facción, por un lado se muestran como el mal menor y por otro, como los más organizados y luchadores del magisterio.

Ese es, en realidad, la verdadera intención de estos grupos: conseguir que la gente los necesite para reivindicar sus causas tan desesperadas que no les importa aliarse con cualquier sector para conseguirlas. Si Sendero, con tanto tiempo de por medio, con su dirigencia fundadora en la prisión y con tácticas distintas, es capaz de volver a producir el mismo efecto, entonces da para pensar que el problema de fondo no es esa organización de fanáticos. El problema, más bien, es que una parte importante de este sistema político, y de los medios que lo acompaña, son demasiado ignorantes de su propio país.

Una consecuencia de esto es que ciertos políticos y medios de comunicación no saben distinguir quiénes y de qué dimensión son sus verdaderos enemigos. Una parte de la oposición ha concentrado sus balas en la ministra de Educación, como si fuera una subversiva y enemiga del sistema. Otra consecuencia es que ven más senderistas de los que hay. La ignorancia suele llevar a la paranoia. Por eso hay que leer y pensar para luchar ideológicamente contra estas propuestas radicales obsoletas que se van gestando desde la universidad y no con prohibiciones idiotas (como confiscar libros) que se pueden prestar a la victimización.

De lo anterior podemos inferir que existen 5 Sutep: la del Movadef, la de Huaynalaya, la de Proseguir, la de Patria Roja y la de los profesores que solo quieren que se cumplan sus demandas (todos con proyección a fusionarse, para alcanzar el poder del sindicato). También podemos notar que el verdadero motor de esta situación es la adquisición de futuros militantes y no la solución de los problemas magisteriales ni la mejora calidad educativa. Reclamar es una medida válida que siempre se debe tener en cuenta, pero con criterio, con unidad y con un liderazgo que sí busque solucionar las demandas de quienes representan, sin desviar el sentido de la protesta. Por último, la más feliz con todo esto es la derecha cavernaria. Ya estamos viendo la alegría de la prensa fujimorista porque ya tiene la publicidad adecuada (con lema incluido) para las próximas elecciones. Hay mucho para hacer por nuestra educación, lejos de una huelga llena de politiquería y manipulación.

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